LOS PENSADORES JONIOS

Los primeros filósofos de las colonias griegas avanzaron por dos caminos separados. En la búsqueda de un principio rector del mundo real, una escuela atribuyó importancia predominante al material con el que las cosas se hacen y obtienen vida, y la otra a las formas que hacen que las cosas se diferencien entre sí.
Las sociedades especulativas y cosmopolitas de Jonia (los primeros filósofos de la Magna Grecia son emigrados Jónicos) y del mismo Mileto se dedicaron, sin separarse demasiado de los mitos y de la religión, a estructurar un modelo más amplio y objetivo del mundo.
En el espacio de un siglo Mileto alumbró a Tales, Anaximandro y Anaxímenes; cada uno de ellos se caracterizó por la asunción de un único principio material y su separación constituyó el paso más importante en la explicación sistemática de la realidad. Esta actitud era un claro desarrollo del acercamiento a la naturaleza por vía de la generación o genealogía, cuya ejemplificación aparece en la Teogonía de Hesíodo y que se va a describir en el desarrollo del trabajo. Para penetrar el sentido del pensamiento de estos filósofos, hay que buscar cuales son los problemas que ellos trataban efectivamente. Por un lado están los problemas de técnica científica, pero ante todo los concernientes a la naturaleza y causa de los meteoros, o de los fenómenos astronómicos: terremotos, vientos, lluvias, relámpagos, eclipses y también cuestiones generales de geografía acerca de la forma de la tierra y los orígenes de la vida terrestre. De estas técnicas científicas, los Jónicos no hicieron más que propagar lo que las civilizaciones mesopotámica y egipcia les transmitían. Los babilonios eran observadores del cielo; además, conforme a su catastro, levantaban planos de ciudades y de canales y también intentaron dibujar un mapamundi. En cuanto a las artes mecánicas toda la Magna Grecia presenta entre los siglos VII a V, un desarrollo muy rico y variado, del cual son testigos los filósofos jónicos, que veían la superioridad del hombre, en su actividad técnica.
Después de los milesios se amplió y modificó la antigua preocupación por los problemas cosmológicos, cuya finalidad primordial fue la de dar nombre a una clase única de sustancia material de la que pudiera haberse originado el mundo ya diferenciado. Los sucesores de Anaxímenes, Jenófanes y Heráclito, a pesar de ser también jonios, se preocuparon por problemas nuevos, concernientes a la teología y a la unidad en la disposición de las cosas, más que por la sustancia material.
Tales de mileto (585-a.d.c)
Es el primer pensador jónico de que se tiene noticia, y la única fecha que se cono¬ce de él con cierta seguridad es el año 585 a.d.C., en que, según cuentan, predijo un eclipse de Sol. Como todos los filósofos jónicos, Tales se interesaba por el ‘ARJÉ’, o ‘principio de todas las cosas’, tal vez por influencia de aquella idea de unidad universal presente ya, como hemos visto, en las religiones orientales. Igual que en aquéllas, los filósofos querían encontrar una ‘necesidad o ley que lo gobierne todo’. Las ideas de Tales, que se nos han conservado a través de muy pocos fragmentos que citan autores griegos posteriores, son las siguientes:
a)    El AGUA es el principio de todas las cosas.
b)   Idea de un flujo universal (“todo se mueve”)
c)    La causa motora: el alma.
Como vemos, en el pensamiento de Tales no hay realmente nada nuevo respecto a lo que ya habían dicho las religiones antiguas, salvo los términos empleados. El ‘agua’ podría tal vez referirse al caos primordial, también llamado “mare tenebrum” (= ‘mar de las tinieblas’) en algunas religiones, y la idea del flujo universal concuerda perfectamente con el ‘retorno cíclico universal’; el alma, por fin, podría ser la ‘potencia intrínseca del principio caótico originario’.
Anaximandro de mileto (610-547 a.d.C.):
Otro pensador jónico, alumno de Tales según algunos. También de él se conser-va muy poco. Sus ideas son más o menos las que siguen:
a)    El INFINITO (“ápeiron” = ‘indeterminado’), principio de las cosas.
Tal vez se refiera a la idea de ‘unidad universal’, o al retorno cíclico universal.
b)   Eternidad y divinidad del ‘infinito’.
c)    Generación de los seres como separación de los contrarios.
Esta última idea, que tiene claras referencias a la lucha entre ‘caos’ y ‘orden’, volvere¬mos a encontrarla más tarde entre los pensadores griegos partidarios de la ‘dialéctica’ como Heráclito, por ejemplo.
d)   Eterno ciclo de generación y disolución de los seres (ley eterna de justicia).
e)    Infinita sucesión de los mundos.
f)     Formación del mundo a partir de esferas en llamas.